Como a mi siempre me había gustado el idioma español, pero nunca lo he podido estudiar en el colegio, tenía claro que lo iba a aprender de otra manera...yendome a España.
El programa de Au Pair me pareció la manera ideal para aprender el idioma, para conocer la cultura y el pais con su gente y para estar protegida conviviendo con una familia.
En primavera del 2012 mandé mi solicitud a una agencia de Colonia que colabora con la agencia Au Pair Conecta en España.
Después de algún tiempo de espera me avisaron que había una familia de Sevilla que se interesaba por mi.
Como acaso sabía nada de español me sentí aliviada al enterarme que la madre de acogida era alemana.
Así llegue a Sevilla en Septiembre del 2012 para vivir con una familia de 3 personas en el centro de Sevilla, el niño tenía 3 años y el padre era español.
Desde el principio me apunté a clases de español en la escuela de Clic, lo cual me ayudó mucho de aprender el idioma rápido y a fondo. Aparte de eso la academia ofrecía muchas actividades culturales extraescolares como por ejemplo excursiones a Marruecos, donde fui yo también.
Aparte de eso visité Cáceres, Salamanca, Cádiz, Málaga, Jerez de la Frontera, Ronda, Madrid y muchos más sitios durante mi estancia en España.
En mi segundo mes me apunté a un curso de baile de Salsa y Bachata, que me encantó.
Después de bastante tiempo en Sevilla me salió un trabajo de tutora para clases individuales en aleman. Dos veces la semana di clases a dos niños de 7 y 9 años, que me hizo mucha ilusión.
Pero volvemos a mi tarea principal:
Por las mañanas ayudé con el desayuno y a vestir el niño antes de que salío al cole. A mediodía normalmente comimos juntos en familia y a las 3 el niño volvió al colegio de nuevo. Por las tardes a las 5 le recogí allí y nos fuimos de paseo o a los columpios, muchas veces en compañía de otra amiga Au Pair con su niña. Por las noches a veces le bañé o nos quedamos otro ratito jugando antes de cenar y preparar el niño para la cama.
A veces tenía que hacer noches de canguru, que funcionó sin problemas desde el principio, lo cual me sorprendió mucho.
En algunas ocasiones sueltos me pasé una parte del fin de semana sola con el niño. En este caso me quedé todo el día al cuidado del niño. Todo funcionó muy bien y me siento muy orgullosa.
Por su puesto no siempre es fácil, sobre todo el principio, pero eso es totalmente normal.
Todavía me acuerdo como me sentía de cansada y agotada al principio de mi estancia. Cada uno necesita tiempo de acostumbrarse sobre todo al idioma. Me dí cuenta como mi cabeza daba vueltas para entender y traducir cada palabra de las conversaciones...
No siempre es fácil intentar hacerse amiga del niño, pero a la vez ser consecuente y mantener siempre un buen tono de trato y ser paciente.
Pero eso también es cuestion de tiempo y de la práctica. Tarda un tiempo en encontrar su ritmo, sea con el niño, la familia, el idioma o la manera de vivir. Pero una vez que encuentres tu ritmo, todo va sólo y sin problemas.
Ser Au Pair significa tener una gran responsabilidad, pasar mucho tiempo con un niño y a veces no queda tanto tiempo para ti mismo.
Supongo que tiene que ver también con el hecho de tener que digerir tantas nuevas impresiones y experiencias a la vez.
Yo tuve muchísima suerte con mi estancia en Sevilla. Vivía en pleno centro y siempre pasaban muchas cosas en la ciudad. El Mar, la playa, las montañas, la nieve, todo esto estaba geograficamente cerca, Africa y Portugal son fáciles de llegar desde Sevilla.
Me enamoré no sólo de Sevilla como ciudad sino también de un chico que conocí allí....
Si me pongo a mirar para atrás ahora en el verano del 2013, me llenan miles de emociones. Es dificil resumir 9 meses en un rato.
Si te entregas a la experiencia del programa de Au Pair, verdaderamente te puedes crear una nueva vida. Serás miembro de una nueva familia, compartirás las cosas bonitas y eventualmente también los problemas con ella. Harás nuevas amistades, que te ayudarán un montón. Te dan apoyo y ganarán mucha importancia en tu vida en poco tiempo.
Nunca olvidaré mis amigas y amigos que conocí en Sevilla!
Y aparte aprenderás un idioma. Yo hablo español casi fluido ahora, y antes casi no hablaba nada.
Nunca me hubiera imaginado, que un pequeño bichito como mi niño pudiera ganar tanta importancia en mi vida. Aunque no todo siempre es fácil, con el niño ha nacido una conexión muy fuerte.
Eso me hace muy feliz y orgullosa.
Echaré de menos mi tiempo en Sevilla muchísimo...
Espero que igual que la estancia ha dejado muchas huellas en mi, que yo habré dejado alguna huella en Sevilla y sobre todo en mi familia de acogida.